viernes, 6 de julio de 2007

La Caja Boba

“Cualquier espectador puede descubrir cuáles son los mecanismos de penetración ideológica que se esconden detrás de la televisión, tras pasar unas pocas horas frente a la pantalla y darse cuenta de que si alguien aprende algo, es porque su voluntad lo hace posible y no por mérito del programa transmitido. Por tanto, si la televisión enseña de modo indirecto no hay nada que agradecerle, ya que siendo su potencial de enseñanza tan grande, termina desperdiciándolo en entretenimiento barato y obsceno, vacío de todo contenido útil y sin finalidades nobles. Es hora de que exijamos a la televisión que de verdad enseñe mientras muestra; y que se esfuerce más por educar mientras divierte. Entonces, sí podremos darle las gracias por algo.” ª

Se transmiten pocos programas con un verdadero contenido. No se pide una televisión eminentemente cultural, pero si un entretenimiento con sentido, valores y respeto al público. Este siglo esta caracterizado por la falta de valores, muchos de los problemas que aquejan a la sociedad como el pandillaje, la delincuencia, la drogadicción y muchos otros son consecuencia de la carencia de valores y el gran aumento de la maldad en la vida de cada persona. No hay justos, cada quien busca su provecho y no ayuda al resto. Que tan valioso y favorable sería que nuestros medios de comunicación transmitan un verdadero sentido de vida, lleno de valores. Muchos tal vez piensen que esto es imposible o poco probable, ya que lo que más busca un medio de comunicación son el lucro y la venta masiva de su producto, pero esto no es así. Un claro ejemplo de que si se puede es la literatura. Hay muchos libros que transmiten un gran mensaje y ello hace que sean muy reconocidos, importantes y vendidos. Para citar el más grande ejemplo, la Biblia es el libro más vendido en la historia mundial. ¡Qué gran guía es la Biblia! Si algún día meditáramos en ella nos daríamos cuenta de que su contenido es inmenso y lleno virtudes. Yo creo que ahí está la solución para esta vida, ya que mucha de la moral y ética es inspirada o basada en ella.

ª Boletín Nº 3 ciclo anual Aduni R.V.

5 comentarios:

Zorayma dijo...

Creo que la TV es un medio muy influyente. La situación es que depende de cada uno de nosotros saber discernir entre lo bueno y malo...

Rogger Vergara Adrianzén dijo...

Excato... hay que discernir. Pero, no sólo hay que hacerlo en la TV, la literatura también muestra de todo, TODOS los medios emiten mensajes... y no podemos ser sordos a ellos y encerrarnos en una burbuja. Hay que escudriñarlo todo, aprender, saber, etc... y rescatar lo bueno para nuestra vida. Creo que hay diferencia entre el límite y la censura.

Samuel Dedios dijo...
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Anónimo dijo...

Y una vez que sacamos lo bueno de todo lo que hemos escuchado, leido o visto, podemos usar tmb lo no tan positivo para convertirlo en algo bueno. Es decir, darle la vuelta al asunto y aplicarlo como una fortaleza en nuestra vida sabiendo que es lo q NO debemos hacer =)

Karel Golcher dijo...

Hola, visité tu blog por primera vez y quería agradecerte por la valiosa reflexión que has hecho respecto a la televisión.

Como ministro del reino de Dios (el reino de Jesucristo), me preocupa que estemos idolatrando a la TV sin ni siquiera darnos cuenta de ello. Y, en el peor de los casos -y esto es más que preocupación, es enojo- la "contaminación" del contenido ofrecido por la televisión ha trascendido más allá de la esfera secular, brincándose sin ningún impedimento al mundo cristiano, lo cual lo notamos en el miserable contenido que hoy por hoy ofrecen muchas de las cadenas cristianas. ¡Qué triste!

Sigamos empujando -con o sin la televisión- los valores que Jesús promovió durante sus maravillosos tres años de ministerio en este mundo.